A la época de corrupción del Gobierno socialista;
esperando que no se repita:
¡Qué espabilados los de izquierdas!
Envidiando a los de derechas
edificaron en la sierra.
Desde los escaños, se observan
los millones de la Hacienda,
con más lucidez de sinvergüenzas.
Milloncetes para las juergas,
tontos caprichos y miserias.
Con hipócrita estrategia,
lanzan sus gritos de guerra:
¡Sociatas hasta la médula!
¡Ah, desdichado Pablo Iglesias,
no levantes, más vale, la cabeza!
Andrés Knightwood
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